Nekane nunca había ido a una boda, y a la primera que iba a asistir en su vida sería vestida de novia. Sin embargo, tenía muy claro cómo quería que fuera ese día. Era una ávida lectora de blogs de bodas y con muchas ideas revoloteando en su cabeza. Recuerdo perfectamente la primera entrevista que tuvimos, como wedding planner fue un lujo, tenía todo muy claro, solo había que comenzar a trabajar y dar con el lugar adecuado para celebrar esa boda íntima y con mil detalles, un lugar que se acomodase a sus exigencias y potenciase el estilo de la boda.

Nada de flores (a la novia le dan alergia), pero a cambio adelante con las jaulas, las mariposas y los libros vintage, así que la decoración se basó en estos elementos (y globos con confeti) y os aseguro que nadie echó en falta las flores.

Varias eran las señas de identidad de esta boda, entre ellos el trece (la boda se celebró el 13 de septiembre de 2013) y así el logo fue un una mariposa de perfil que realmente era un 13 y que revoloteó en todos los detalles y decoración de la boda desde el Save the date hasta los regalos para los invitados, una lámina pro13.

La paleta cromática también fue cuidadosamente elegida, tonos pasteles pero con predominancia del verde Tiffany en la papelería.

Elegante y romántica pero para nada ñoña, y con muchísima personalidad, todas las elecciones decorativas y de organización tenían un porqué, guardaban un mensaje oculto.