La pandemia sacudió los planes de boda de Diana y David, de una gran fiesta con 200 invitados pasó a ser una boda Co-VIP rebosante de magia, emoción y buen gusto. Se dieron el ‘Sí, quiero’ en la impresionante basílica de Santa María de Uribarri en Durango, y celebraron el enlace en Boroa Jatetxea con sus familias.

La personalidad y elegancia de esta pareja estuvo presente en cada detalle de la boda y por supuesto en sus estilismos. Diana lucía un vestido de corte regio de Paredero Quiros con un velo de plumeti maravilloso. El ramo tenía cierto aire silvestre en el que predominaban los tonos rosáceos a juego de sus zapatos y del lazo que decoraba su trenza. David se decanto por un chaqué en color azul con chaleco en amarillo mostaza y corbata a topos, a juego.

Su amor a la gastronomía también estuvo muy presente en esta boda. Para empezar eligiendo un restaurante con una estrella Michelin, así como una decoración y papelería protagonizada por el olivo y su oro líquido. Pero además elementos como platos y barricas, y por supuesto AOVE tuvieron gran protagonismo.

Para el seating se utilizaron platos blancos y los nombres de los comensales caligrafiados a mano en dorado y expuestos sobre un mueble policromado y mesas cubiertas de musgo; el libro de firmas fue una pequeña barrica que se preparo a modo de buzón… y para decorar ambos sets, elementos en dorado y por supuesto muchas flores y olivo. Así en las mesas, se dispuso un bajoplato dorado, una copa para el agua con filo dorado y decorada con ramitas, y sobre la servilleta de lino el marcasitios con el nombre del comensal en madera y una ramita de olivo.

Después del corte de la tarta y de la entrega de regalos (un pañuelo para las chicas y una botella de AOVE) se celebró el tradicional baile de los novios y el de Diana con el padrino, un momento mágico que estoy segura que no olvidaran jamás. Y después, como no podía haber baile, los novios quisieron que actuasen ‘Los cuatro jinetes’ creando muy buen ambiente, incluso la novia sorprendió a los asistentes cantando Cuando brille el sol de La Guardia.

No podemos olvidar el gran neón que presidía el aterpe, expresión suajili Hakuna Matata, uno de los lemas de esta pareja y que tanto demostraron durante la organización de su boda.

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