Nos conocimos cinco meses antes de la boda, y había mucho por hacer. ¡No teníamos ni fotógrafo ni videografo! y para más inri N&M se casaban en julio, en temporada alta. Pero en cambio tenían muy claro que querían una boda con aire moderno, nada encorsetada, que transmitiera naturalidad y sus gustos. Y así casi sin querer, el cine, o mejor dicho sus películas favoritas fueron el leif motiv de la boda.

Una boda de película que comenzó sorprendiendo a sus invitados cuando recibieron la invitación más original y dulce de la historia, una chocolatina con un golden ticket aludiendo a La fábrica de Chocolate de Tim Burton. A partir de ahí mil detalles, el seating era una cartelera, cada película una mesa; los toppers de la tarta eran Chichi y Goku de Dragon Ball…

Estos son algunos detalles de la identidad pero el estilismo de Nora y de Michael también llamó la atención. El novio apostó por un traje de Hugo Boss y Nora por un vestido de Yedra con un tocado de Peqaré, diseñado ex profeso para ella por su amiga Iratxe, además del portaalianzas, un bastidor bordado con el logo de la boda.

También cabe destacar la elección musical de la ceremonia (bilingüe) que se celebró en la Universidad de Deusto, y es que la música también era muy importante para esta pareja tanto que regalaron a sus invitados un CD con las canciones más importantes de sus vidas, una selección de lo más variopinta y con fotos de la sesión preboda. Un regalo que sorprendió casi tanto como toda la propia boda.