Rosas, peonías y las orquídeas son las tres flores preferidas por las novias americanas, pero por suerte hay un mundo de flores ¡y verdes! ahí fuera y que pueden ser protagonistas de tu ramo de novia. No desprecies ninguna flor porque incluso las más modestas están conquistando los corazones de muchas novias. Pero hoy no vamos a hablar de tendencias, ni siquiera de flores sino de la importancia del ramo y de saber elegir el perfecto para cada novia. Hoy te vamos a desvelar los cinco errores que las novias comenten a la hora de elegir su ramo para que tú lo evites.
Laura y Alfonso acaban de celebrar su primera aniversario. Se dieron el ‘Sí, quiero’ el 30 de abril de 2016 en la iglesia de La Misericordia de Bilbao y luego lo celebraron por todo lo alto en el hotel Carlton.
Cada día estoy más convencida de que cada pareja tiene su boda, pero no solo en cuanto a temas de decoración sino que imprime su personalidad y valores en cada decisión por insignificante que pueda parecer y en cada momento de su gran día. La boda de Teresa y Jorge fue tal y como son ellos, romántica, alegre, familiar, llena de detalles, dulce… y muy bilbaína.
Familiares, amigos, compañeros… todos tus seres queridos estarán presentes en tu boda ¿y por qué no tu perro? Es un miembro más de tu familia, tu fiel compañero de aventuras y confesiones, te alegra el día e incluso te ayuda a mantener el tipo con tanto paseo, ¡¿cómo no te va a acompañar en tan insigne día?! Hoy te damos algunas claves para que sea el binomio perros y bodas sea una realidad.
Sirena, princesa, boho, de corte imperio… ¿Cómo es tu vestido de novia ideal? El objetivo de este post es ayudarte a elegir el vestido 10 para ti, que te haga sentir la novia más guapa de la historia pero nunca disfrazada ¡los carnavales ya han terminado!
En la boda de Patricia y Endika se respiraba amor por los cuatro costados, una boda romántica y muy dulce pero no por ello empalagosa ni ñoña. La elegancia innata de Patricia estaba presente en todos y cada uno de los detalles de esta boda que no eran pocos. Contaban con una identidad propia, protagonizada por el signo del infinito (que tatuaron en su piel cuando decidieron casarse) y su lema, Hasta el día después de para siempre, y una paleta cromática de éxito seguro: rosa empolvado y blanco, los colores románticos por antonomasia.