No sé si conocéis Garai pero es un pueblo precioso del Duranguesado. Un lugar con un encanto muy especial y unas vistas al Amboto y a toda su sierra realmente espectaculares. Hoy os vamos a contar la boda en Aboiz de Eider y Brad.
Garai y el restaurante Aboiz fueron los lugares que Eider y Brad eligieron para casarse. Ellos viven a más de 6.000 kilómetros, en Chicago pero el paisaje montañoso y la cuidada decoración y cocina del Aboiz les entusiasmo. Y eso que en un principio tenían la intención de casarse cerca del Cantábrico.
Eider es de Algorta, del mismo Puerto Viejo. En un principio estaba más que claro dónde se casarían, pero al decantarse por el restaurante Aboiz para hacer la recepción y banquete les gustó la idea realizar la ceremonia también en Garai, pensando en la comodidad de sus invitados. No fue una decisión fácil, pesaba mucho el componente emotivo… pero sinceramente creo que fue todo un acierto.
Todos los detalles de esta boda en Garai
Después de más de 18 meses de preparativos e infinitas reuniones por Skype llegó el gran día. La niebla dio paso a un sol radiante y a una temperatura perfecta y eso que el día anterior había estado diluviando. A su llegada los invitados fueron recibidos con té, limonada y agua fresquita que muchos agradecieron después del viaje en bus. Y mientras, a escasos metros la novia terminaba de arreglarse en una casa rural contigua.
Eider estaba guapísima, radiante. Lució un vestido diseñado por Alicia Rueda con un gran escote en la espalda y fue maquillada y peinada por Lucía Yuste. Por su parte Brad nos encandiló a todas. Estaba elegantísimo con su smoking azul noche y una orquídea, su flor favorita, como prendido.
Minutos antes del inicio de la ceremonia, en la puerta principal, bajo un espectacular arco floral se colocaron los primos de Eider. Iban repartiendo los misales a los asistentes y también clínex perfectamente personalizados porque sabíamos que iban a hacer falta. La ceremonia iba a emocionar… y mucho.
Mientras sonaba la Marcha Nupcial de Mendelssohn, unas niñas echaban pétalos al paso de Eider y su padre. Brad y su ama les esperaban en el altar. La ceremonia fue bilingüe y todos los invitados contaban con las lecturas en inglés y castellano en el misal. Hubo momentos muy emotivos y también divertidos y si no me creéis, mirad en la foto la cara de Brad al poner la alianza a Eider 😉
A la salida de la ceremonia, los invitados estaban esperando a los recién casados para recibirlos con una lluvia de pétalos. Pero antes fueron sorprendidos con el aurresku de honor de unos dantzaris muy especiales, los niños que Eider cuidó antes de irse a trabajar a Chicago. Con tan solo 5 y 7 años nos dejaron a todos boquiabiertos por lo bien que bailaron.
Cóctel y banquete de boda en Aboiz
Después de las fotos de rigor todos nos desplazamos al Aboiz. Mientras llegaban los novios las invitadas se ponían cubretacones pues el día anterior había llovido a mares y de esta manera podían andar perfectamente por el césped sin estropear sus zapatos. No obstante, el cóctel se celebró en la carpa.
Junto al jamonero, ¡dónde mejor! colocamos el seating. Para la ocasión dispusimos una mesa con troncos con ranuras donde colocamos las tarjetas identificativas de cada comensal que al abrirlas aparecía la mesa que le correspondía. Pero junto al seating hubo un rincón para el recuerdo y homenaje a sus abuelos y muy especialmente a Ana, la hermana de Eider.
También sorprendió y fue todo un éxito el peculiar libro de firmas que preparamos, un jenga en cuyas piezas de madera los invitados escribían mensajes y deseos de felicidad a los recién casados y las depositaban en un jarrón de cristal. En otro set dispusimos una lámina diseñada en profeso para ellos, una bici con un gran ramo de globos en la que los invitados debían dejar sus huellas dactilares a modo de globos.
Papelería de boda
Antes de seguir con más detalles de la boda de Eider y Brad es importante que sepáis que desarrollamos una paleta cromática e identidad específica para ellos como es habitual en las bodas Conmemöra. Como venían muchos invitados de Estados Unidos a la boda realizamos un Save the date para ellos que asemejaba una tarjeta de embarque con los datos generales de la boda para que pudieran comenzar a organizar su viaje a Bilbao con el tiempo suficiente.
A seis meses de la boda preparamos la invitación al uso, en castellano e inglés, pero también adaptada al protocolo habitual de EE.UU. Así incluía una tarjeta RSVP en la que los invitados debían confirmar su asistencia o no, e indicar qué tipo de menú querían (chef, vegetariano o vegano) y si sufrían alguna intolerancia y/o alergias, así como si iban a hacer uso del servicio de autobús. Y una vez rellenada tan solo tenían que meter la tarjeta en el sobre que adjuntábamos en la invitación, con la dirección y sello ya puesto, a falta de tan solo buscar un buzón.
Ni una boda viajera ni rústica
Aunque el avión, los sellos, el correo aéreo han sido elementos recurrentes en la identidad de esta boda, los novios no querían que fuera una boda temática en torno al mundo del viaje a pesar de haber utilizado una tarjeta de embarque como Save the date. Por ello no quisimos utilizar globos terráqueos ni maletas como recursos decorativos.
Apostamos por el diseño y el entorno, y recurrimos a la naturaleza, a la madera, al musgo… pero rehuyendo de los tópicos de una boda rústica. Nada de arpillera, frascos de cristal decorados con puntillas y flores silvestres… En cambio apostamos por una paleta de colores alegres y juveniles, como el azul celeste y el coral, así como una tipografía limpia y moderna. La identidad de la boda de E&B fue realizada por Creativity Love.
Boda con niños en Aboiz
Fue una boda con muchos niños y la verdad que se portaron genial aunque también es cierto que les preparamos alguna que otra sorpresa para que se lo pasaran pipa. En su mesa contaron con tres maletas con juegos y pinturas para entretenerles entre plato y plato y cuando terminaron su menú salieron a correr y a jugar al jardín.
El padrino, siguiendo las instrucciones de Brad, hizo un juego americano que fue todo un éxito, el Cornhole, una especie del juego de la rana pero en vez de monedas tenían que lanzar sacos de arena. También se les preparó un tipi junto a la discoteca pero creo que éste gustó más a los amigos de los novios que a los niños…
El momentazo del ramo
Después del corte de la tarta, la entrega de los regalos (una botella de vino y té -un regalo muy típico en las bodas anglosajonas-) llegó el momento del primer baile. Y del segundo… y de entregar el ramo de la novia. Pero Eider no quería entregarlo a una amiga en concreto, ni tirarlo como se hace habitualmente en América, así que realizamos un juego. Atamos 25 cintas rosas al ramo, y cada amiga cogió una, y Eider iba cortando lazos con una tijera mientras sonaba Single ladies de Beyoncé… quien quedó la última se llevó el ramo.
S’mores Bar, la sorpresa de la fiesta
A partir de ese momento la fiesta fue a más pero aún quedaban muchas sorpresas. Brad es un goloso y no quería renunciar al candy bar, con multitud de chuches, pero lo que realmente sorprendió a los invitados españoles fue el S’mores bar.
Pequeños y mayores se convirtieron en improvisados boyscouts y realizaron lo que tantas veces hemos visto en las pelis, asar nubes (marshmallow) y comerlas entre dos galletas y chocolate. ¡Ah! pero no cualquier chocolate ni cualquier galleta vale. La verdad es que fue toda una experiencia. Por cierto esta mesa fue decorada con una guirnalda orgánica de globos de distintos tamaños y colores en torno a la paleta cromática de la boda.
Y no podemos olvidar el fotomatón de Kiribox donde todos los invitados y los novios pudieron hacerse unas fotos bien divertidas para recordar este día tan bonito.
18 meses para organizar la boda
Lamentablemente me dejo en el tintero otros tantos detalles ¡o más! y es que la boda de Eider y Brad fue un día inolvidable, tanto para ellos como para sus invitados. Y también para mi, porque si siempre me siento muy honrada que las parejas confíen en mi la organización de su boda, en este caso me sentía con más responsabilidad que nunca si cabe. Ellos me habían otorgado un voto de confianza en mí enorme, sin conocernos personalmente, tan solo tras una entrevista por Skype, y sabiendo que no tendríamos oportunidad de conocernos en persona en meses…
A Brad le conocí cinco días antes de la boda y lo curioso es que tenía la sensación de conocernos de antaño. Y es que realmente nos conocíamos después de tantas conversaciones y emails durante 18 meses. Desde el primer momento me hicieron cómplice de sus deseos y miedos, y siempre estuvieron dispuestos a escuchar mis propuestas y consejos. Por ello a pesar de la diferencia horaria, de tener un océano por medio, de mi inglés pésimo… formamos un gran equipo e hicimos realidad la boda de sus sueños. ¡Muchas felicidades pareja!
Todas las fotografías publicadas en este post sobre la boda en Aboiz de E&B están realizadas por Kenoa Photography. Lástima que no podéis ver todo el reportaje porque hay imágenes preciosas pero en breve publicaremos más en la sección Álbum de Bodas de nuestra web.
Créditos de la boda en Aboiz de Eider y Brad, Garai
Fotografía: Kenoa | Restaurante: Aboiz | Vestido de la Novia: Alicia Rueda |Maquillaje y Peluquería: Lucía Yuste de Special Thingks |Ramo y decoración floral: Flores Elorz | Fotomatón: Kiribox | Globos: Aizea | Alojamiento: Garaiko Landetxea |Decoración y wedding planner: Conmemöra