Octubre es uno de mis meses preferidos para casarse por estos lares. Aunque los días son bastante más cortos puede ser una ventaja, pues los novios se pueden escapar unos minutos con el fotógrafo para hacerse unas fotos mágicas con la luz del atardecer que es la más bonita del día junto a la del amanecer. Y así lo hicieron los protagonistas de la boda de hoy y lograron unas fotos maravillosas de la mano de Patricia Llamazares como vosotros mismos vais a comprobar. A continuación os voy a contar algunos detalles de la boda otoñal de Maialen e Ignacio en Bilbao y su celebración posterior en Boroa.
Maialen e Ignacio (Nacho) se casaron el 12 de octubre. Salió un día precioso de otoño. La temperatura era perfecta, casi veraniega. Se dieron el ‘Sí, quiero’ en una de las iglesias más bonitas de Bilbao, la de San Vicente y al finalizar la eucarística se dirigieron al restaurante Boroa en Amorebieta, una estrella Michelin, para celebrar por todo lo alto su enlace.
Maialen iba guapísima, irradiaba felicidad. Lucía un vestido diseñado por Alicia Rueda, de talle regio, manga francesa y un bonito escote en pico en la espalda ornamentado con puntilla y pedrería en tonos azules y agua.
La verdad es que estaba bellísima, maquillada y peinada por Littas, en la que resaltaron sus labios pintados de rojo carmín. El pelo lo llevaba en una coleta ondulada. El estilismo era coronado por una tiara floral de aire romántico de M de Paulet, y un largo velo en tono azulado.
Sus zapatos azul empolvado y tacón de purpurina, de la firma Uniqshoes, tenía grabada la fecha y el nombre de los futuros esposos. Y es que Maialen es superdetallista y no deja nada al azar. Como veis apostó por este precioso tono de azul para todos sus complementos.
Nacho apostó por un chaqué clásico en gris de Scalpers, chaleco cruzado con solapa de príncipe de Gales y corbata en plata. Elegancia a raudales.
Una boda en tonos otoñales y azul
Sobre el ramo de Maialen decir que era de estilo orgánico, en tonos otoñales y toques en azul -¡cómo no!- otorgado por unos cardos y un gran lazo de terciopelo. En la empuñadura llevaba un camafeo con una imagen de su aitite. ¡Cómo me gustan estos detalles!
Tanto el ramo como la decoración floral de la iglesia y de la finca corrieron a cargo de Flores Elorz que han estado siempre presentes en todas las ocasiones importantes de la familia de la novia.
Desde el primer día que nos reunimos, Maialen y Nacho tenían muy claro cómo querían que fuera su boda. Querían una boda otoñal y sencilla, sin grandes alardes pero que sus invitados se sintiesen cómodos y especiales, que apreciasen el cariño con la que estaban organizándola.
La elección de Boroa Jatetxea fue clave para conseguir sus objetivos, no solo por su excelente cocina sino también por ser un lugar tan acogedor. Este restaurante se encuentra ubicado en un precioso caserío del siglo XV en plena naturaleza, con varias terrazas rodeadas de robles centenarios.
Decoración de una boda otoñal
Para la decoración nos inspiramos en el otoño y en el entorno de Boroa. Apostamos por materiales naturales como la madera y el mimbre, así como el vidrio. Por supuesto la paleta cromática estaba compuesta por granates, rosas, verdes, y por supuesto algo de azul.
Precisamente apoyado en el gran roble de la entrada colocamos un cartel de madera en el que los novios daban la bienvenida a sus invitados. Para realzarlo colocamos varias cajas de frutas antiguas, damajuanas, una cesta de picnic y un por supuesto flores. Elorz creó un gran cesto muy frondoso de eucaliptos y otros verdes, en el que destacaban flores en tonos rosáceos y granas además de cortaderia selloana, más conocida como plumeros de la Pampa, que otorgaba al bodegón altura así como cierto aire sofisticado a la vez que muy natural.
¿Donde me siento?
El seating es uno de los puntos clave de toda decoración bodil. Tiene un gran cometido, informar a los invitados qué mesa les corresponde. Pero a nosotras nos gusta sorprender a los comensales con una puesta en escena espectacular. Y además cuando lo útil y lo bonito van de la mano, y conseguimos que esa decoración transmita los gustos, valores o incluso la historia de amor de la pareja, mejor que mejor.
En este caso apostamos por realizar un seating con botellas de vino de color canela sobre una gran mesa de piedra tapizada con musgo. Pero además para la decoración usamos cajas de vino de madera, grandes composiciones de flores y racimos de uvas y otras frutas de temporada.
Desde un principio Maialen y Nacho tenían claro que querían poner una cámara de fotos instantáneas. De esta manera los invitados podrían retratarse y pegar las imágenes en un bonito álbum, y añadir sus felicitaciones, mensajes, dibujos… ¡rienda libre a la creatividad! Para decorar este peculiar libro de firmas creamos un bonito bodegón con una máquina de escribir antigua, un jarrón con flores y un cuadro con fotografías de los recién casados.
Desde Conmemöra nos ocupamos también de diseñarles la papelería de la boda protagonizada ramas de eucalipto y bayas en tonos azulados, muy a tono con la decoración floral.
¡Viva la fiesta!
Tras el cóctel y el banquete, se celebró el primer baile en la terraza contigua al comedor. La noche prometía una gran fiesta, y Maialen y Nacho no querían que los tacones fueran una excusa para que sus invitadas no pudieran bailar. Así que proporcionaron alpargatas a todas sus invitadas para que se pusiesen cómodas y lo dieran todo. Nosotras creamos un sencillo pero bonito rincón con todas las alpargatas ordenadas en cestas por tallas junto a un banco policromado para que pudieran descalzarse.
Y para animar la fiesta hubo todo tipo de atrezo, desde sombreros a unas estupendas cabezas de caballo. Y para que los invitados no perdiesen fuelle hubo recena y una bonita candy bar. Además de golosinas pudieron degustar los preciados minibollos de mantequilla de Martina Zuricalday y otras delicatessen como su brownie de chocolate. No podemos olvidar tampoco los donuts que no hay quien se resista a ellos por mucho que se coma.
Estos son algunos detalles de la decoración y la boda de la novia del velo azul. La verdad que fue una boda preciosa de otoño, en la que los invitados se lo pasaron estupendamente, y los recién casados más si cabe. Creo poder decir que lograron con creces su objetivo, su boda soñada.
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Todas las fotografías de la boda otoñal de Maialen e Ignacio son obra de Patricia Llamazares. Si quieres ver más imágenes de esta boda en Boroa pincha aquí. Y si prefieres ver otra boda en Boroa decorada por Conmemöra, pincha aquí, estoy segura que te va a gusta la boda co-vip de D&D.
Créditos de la boda otoñal en Boroa de M&I
Decoración y papelería de la boda: Conmemöra Wedding Planner
Fotografía: Patricia Llamazares
Restaurante: Boroa Jatetxea
Ramo y decoración floral: Flores Elorz
Vestido de novia: Alicia Rueda
Chaqué: Scalpers
Peluquería y maquillaje: Littas Beauty Builders
Tocado: M de Paulet
Zapatos de novia: Uniqshoes
Pastelería: Martina Zuricalday
Globos: Globo Jaia Events
Invitaciones: Arnaga Papelería