Habéis decidido casaros en un jardín, en la playa o en otro lugar precioso y lleno de encanto, o tal vez sea una localización muy importante para vosotros, que os trae bonitos recuerdos. Queréis que vuestro gran día rezuma alegría y personalidad y por ello habéis huido de celebrar vuestra boda en el juzgado o un frío salón de actos del ayuntamiento. Pero ahora no sabéis muy bien cómo diseñar la ceremonia civil, cómo conseguir esa boda de película, romántica pero no ñoña.
Queréis sorprender a vuestros invitados con una ceremonia preciosa y diferente a todas a las que han asistido hasta el momento pero ¿cómo se hace? Pues bien, a continuación os vamos a dar una serie de consejos para diseñar la ceremonia civil perfecta.
Tips y trucos para que tu ceremonia sea un éxito
Para que una ceremonia civil cautive a vuestros invitados hay varios factores que tenéis que cuidar y nunca subestimar. No en vano es el momento del ‘sí, quiero’, el momento cumbre del gran día y toda atención es poca.
1. Sí o sí debe haber un guion
Dedicar un tiempo a confeccionar un guion de la ceremonia junto al oficiante. Dad a la ceremonia el tono que consideréis más oportuno y siempre de acuerdo a vuestra personalidad, no tiene porque ser tremendamente ceremonioso pero tampoco una juerga. Es el momento clave del día, estáis declarando vuestro amor y compromiso de futuro ante las personas que más queréis.
Por todo ello las intervenciones tanto vuestras como las de vuestros invitados no pueden estar sujetas a la improvisación. Y no vale decir que no queréis perder naturalidad porque la espontaneidad y una nota de humor siempre son bien recibidas ni están reñidas con una buena planificación y un guion.
El guion os aportará seguridad y es imprescindible para controlar la marcha de la ceremonia y su duración, y que no se desmadre.
2. Participativa
Invitad a un par de amigos o familiares a que intervengan en la ceremonia, que lean una poesía o a que os dediquen unas palabras de su puño y letra, eso sí, cuidado con la duración de estas intervenciones, que no superen los tres minutos bajo ningún concepto. Recuerda: lo bueno y breve, dos veces bueno.
Pero también evitar que sea un tránsito de invitados los que vayan a leer, dos o tres es el número de intervenciones perfectas. Ya sé que en muchas bodas las amigas quieren salir todas a leer pero pensad en el resto de invitados… A modo de apunte, recordad las ceremonias de los Goya y/o los Oscars lo paliza que son algunos premiados…
3. Duración de la ceremonia
Continuando con el punto anterior ¡ojo! con la duración de la ceremonia, no es cuestión que ‘despachéis’ a vuestros invitados en 10 minutos pero tampoco puede sobrepasar los 40 minutos sobre todo si no hay asientos para todos.
4. Personaliza tu ceremonia al máximo
Si realizas una ceremonia simbólica es porque rehuyes de una ceremonia impersonal en un juzgado, así que personaliza toda la ceremonia, desde la puesta en escena a los votos. Busca una música para cada momento de la ceremonia que sea importante para vosotros, dad vosotros la bienvenida en vez del oficiante…
5. Mima a tus invitados
Piensa en tus invitados, intenta que estén lo más cómodos posible. Recíbeles con limonada o agua fresquita si es verano; si la ceremonia se va a celebrar al sol ofréceles sombrillas y abanicos; intenta que haya asientos para todos o para el mayor número de invitados; diseña programas para que puedan seguir la ceremonia y dales clínex por si les salta alguna lagrimilla. Si la ceremonia es un jardín reparte cubretacones a las chicas para que no se hundan al andar sobre el césped… Son detalles que les van a sorprender y a cautivar y que aseguran vuestro gran día pase a ser recordado con muchísimo cariño y como un día muy especial en el que se sintieron muy queridos.
Para que una ceremonia sea un éxito tus invitados deben estar cómodos, deben oír y ver perfectamente todo lo que está ocurriendo.
Por ello es importante que os aseguréis que hay buena acústica y si es en el exterior sí o sí deberéis contar con megafonía. Si la ceremonia es bajo un sol de justicia debéis plantearos la posibilidad de contar con parasoles o carpas, y en su defecto con sombrillas individuales. Pensad ¿quién aguanta 30 minutos al sol en pleno verano, quietos, de pie y con taconazos? ¿No os parece una auténtica tortura?
Sed generosos y dejaros ver cómo os emocionáis, de esta forma vuestros invitados se involucrarán en la ceremonia, y se les hará cortísima. Para ello es recomendable que no os coloquéis de espaldas. Si sois tímidos y no queréis estar de frente totalmente, que también es muy duro, poneros un poco de lado, pero que os vean cómo os emocionáis, cómo os cogéis las manos…
6. Puesta en escena
Decora y crea una ambientación mágica para la ceremonia acorde al resto del día pero con especial atención al lugar donde se va a oficiar la ceremonia. Replantéate todo, no sigáis a pie de la letra protocolos trasnochados de la iglesia, pensad si es necesaria una gran mesa o tal vez con un atril y una mesa auxiliar es suficiente, cómo os vais a sentar… Crea un escenario, un marco para el momento del intercambio de los anillos y los votos, y para que en las fotos todo quede perfectamente reflejado.
7. Maestro de ceremonias
El peso de la ceremonia debe ser llevado por un oficiante profesional, por un buen comunicador y con tablas que le permita improvisar en caso de algún imprevisto, pero ¡ojo! no debe ser un showman, él no es el protagonista, sois vosotros.
El oficiante es quien debe conducir la ceremonia dando paso a las distintas fases, personalizar el guion hablando de vosotros y de vuestra historia de amor. Asimismo es el responsable último de crear un ambiente mágico por ello no deleguéis en amaters que carecen de sensibilidad o en amigos que en muchas ocasiones se ven comprometidos por el amor que os tienen pero que preferirían vivir el ‘sí, quiero’ como un invitado más.
Habéis contratado profesionales para fotografía, maquillaje, flores… ¿y para oficiar la ceremonia, el acto principal del día, un colega? ¿De verdad que consideráis que es la mejor opción?
8. Los ritos
En las ceremonias civiles y/ simbólicas se suelen celebrar algún rito para personalizar y darle más realce si cabe al momento del ‘sí, quiero’. Los dos más habituales son el rito de la arena y el de la vela, también llamado el de la luz y que tal vez lo habéis visto también en ceremonias religiosas.
Ambos rituales simbolizan vuestro amor y futuro juntos. Son muy descriptivos y vistosos y dan ese tono ceremonioso que tantas parejas anhelan. Eso sí, el ritual de la vela no lo recomiendo en celebraciones al aire libre. Puede convertirse en una odisea mantener encendida la vela y la verdad no da buen rollo que se apague.
9. La música
Ya hemos hablado de la importancia de la música, de la elección de canciones para acompañaros en la entrada, salida pero también durante los votos y en momentos de transición de la ceremonia. Y si podéis contar con música en directo no lo dudéis porque el resultado final será espectacular.
10. La salida
Al finalizar la ceremonia piensa cómo queréis que os reciban vuestros invitados, sorpréndeles con pétalos, cañones de confeti o porqué no con una suelta de globos biodegradables. Hay mil alternativas al tradicional arroz.
Si cumplís con todos estos requisitos, que la mayoría son de sentido común, os aseguro que vuestra boda va a ser un éxito y os van a felicitar por lo bonita y emotiva que ha sido. Os lo prometo.
Y si necesitáis ayuda para personalizar vuestra ceremonia os podemos echar un cable. Llevamos diez temporadas organizando bodas y las ceremonias son nuestra debilidad. Nuestros maestros de ceremonia son extraordinarios, con mucha experiencia y sensibilidad y además pueden oficiar la boda no solo en castellano y euskera sino también en inglés, alemán…
Si queréis casaros en una ceremonia única y pensada por y para vosotros, llamadnos o envíadnos un mail para concertar una entrevista.
En el próximo post hablaremos del guion y los ritos para darle más realce a la ceremonia civil o simbólica.